martes, 14 de septiembre de 2010

El saludo



Para tener en cuenta a la hora de tener una conversación

Qué es Urbanidad?



Recordar la palabra urbanidad no tiene porque llevarnos a viejos y estirados manuales donde se daban e imponían estrictas normas de comportamiento totalmente inadecuadas, en su mayoría, a los tiempos actuales. Esa rigidez e intransigencia en la educación ha creado un cierto "halo" negativo a la palabra urbanidad.
Cualquier sociedad cuenta con unas normas de comportamiento, no escritas en la mayor parte de los casos, pero que sin su tutela nos haría ser un grupo de seres incivilizados que campan a sus anchas.
Saber que es mejor caminar por nuestra derecha, que las cosas se piden por favor, que se da las gracias por casi todo ... y otras muchas pequeñas cosas hacen que nuestra vida sea mucho más agradable.
Pero como todas las reglas, leyes o normas, no solamente es suficiente con saber que existen, sino que hay que ponerlas en práctica. A diario, en cualquier situación se puede ser cortés. No hay que desaprovechar ninguna ocasión por dos motivos: poner en práctica lo que nos han enseñado y a su vez dar un estupendo ejemplo a los que nos ven.
Gozar de un buen "tacto social" nos puede ayudar en multitud de situaciones, tanto sencillas como algo más complejas. Desenvolverse en los distintos ámbitos sociales debería ser una de las mejores asignaturas de nuestra enseñanza.
Puedes ser el que más conocimientos tenga de su profesión o carrera profesional, pero sin una buena dosis de "urbanidad" puede que sea la persona menos querida de su entorno. Saber agradar, comportarse de modo correcto en cualquier ocasión, mostrar nuestro mejor "barniz social" cual pavo real que muestra su majestuosa cola puede hacernos ganar la simpatía de todo nuestro entorno. Ese cariño se refleja en la actitud de las personas que nos rodean y se extraña cuando falta.
Por eso nos preguntamos ¿ qué es urbanidad ? Saber convivir, saber agradar y saber estar, aderezado con un toque de estilo.
 

Cómo actuamos en la iglesia?


La Iglesia es un lugar sagrado, reservado para el culto a Dios. El Santísimo Sacramento está en el tabernáculo y Su Presencia Real requiere de nosotros la mayor reverencia. Es por eso que, aunque no se esté celebrando la Santa Misa, el ambiente en la iglesia debe conducir a la oración y el respeto a Dios.

No es que la casa de Dios sea un lugar sombrío y severo pero tampoco es lugar para diversión ni para andar a las anchas. Es mas bien un lugar sagrado, diferente a todos los demás. ¡Es casa de oración! No es necesaria la rigidez pero no se debe andar como en el parque o en un centro comercial. Toda nuestra actitud debe reflejar nuestra fe en la Presencia de Cristo.

Tenemos la obligación moral de reflexionar sobre nuestro propio comportamiento y enseñar a nuestros hijos. Los sacerdotes y los encargados de formación deben igualmente enseñar el respeto debido en la iglesia.

Algunas reglas:

En la Iglesia:
Prohibidos chicles, comidas y bebidas.
Vestir decorosamente. Evitar escotes y vestidos provocativos; evitar jeans, pantalones apretados, shorts, camisetas.
Mantener el teléfono (mobil) apagado. Nunca utilizarlo en la iglesia.
Persignarse con agua bendita al entrar. Nos recuerda nuestro bautismo y borra los pecados veniales
Hacer genuflexión ante el sagrario (tocar el suelo con la rodilla derecha)
Guardar silencio por respeto, para facilitar el recogimiento y la oración. Evite conversaciones y cualquier distracción.

En la misa:
Saber cuándo sentarse, arrodillarse y pararse.
Participar en las oraciones y los cantos.
Cuidar de no hacer ruido con los reclinatorios al levantarlos y bajarlos.
Sentarse con postura decorosa. No acostarse en los bancos.
Enseñar a los niños a comportarse. No correr por la Iglesia

Para comulgar:
Es necesario practicar la fe católica y estar en gracia de Dios para ir a comulgar.
Respetar la hora del ayuno.
En la fila estar recogidos en oración y no andar saludando.

El descuido del respeto, orden y decoro hacia las cosas de Dios ocurre si nos dejamos llevar por lo que el mundo considera importante y "normal". Pero Dios exige a los suyos una forma nueva de vivir y comportarse. El hecho de que Dios es Nuestro Padre y que nos ama infinitamente no se opone a la necesidad de rendirle adoración y gloria y manifestar sumo respeto en la Iglesia. Recordemos con que celo defendió Jesús el respeto que debemos tener a la casa de Dios (Cf. Mt. 21,13).

Etiqueta en la mesa


Cada uno de los diversos alimentos que integran un menú requiere una forma especial de servirse. Lo mismo ocurre con la manera de comerlos.
Todos tienen sus normas particulares que es indispensable conocer para permitirnos una mayor desenvoltura al sentarlos a la mesa y encontrarnos en cualquier compañía. Como regla general, recordemos que si en la mesa se sirviera un alimento que nos son desconocidos, o si descubrimos entre los cubiertos alguno cuyo uso no nos es familiar, no debemos dejarnos ganar por el pánico. Sólo observemos con disimulo a la dueña de casa o a alguno de los demás invitados y aguardemos a que comiencen a comer para imitarlos mundanamente.

jueves, 29 de julio de 2010

 holas!
kiero darles la bienvenida blogger.. sera uno de los sitios mas interesantes y espero que les guste y em visiten de vez en cuando! saluditos! :)